domingo, 5 de diciembre de 2010

Frente a un nuevo amanecer


Ha terminado la noche argentina, esa que comenzó hace ya 35 años, pero que amenazaba desde mucho antes.
Ya todo se ve más claro. Vemos quienes fueron y son los traidores, vemos quienes son los que le hacen bien a su pueblo y quiénes los que los venden, los entregan.
Terminó el tiempo de grises, en que nuestros juicios eran relativizados. Ahora ya tenemos los culpables y las condenas que empiezan a ejecutarse, de a poco, porque el sol asoma otra vez en el horizonte de nuestro pueblo.
Las masas se levantan, alegres y fuertes, ahora concientes de que la verdad está de su lado. Ellos no tendrán dónde esconderse.
Cae el velo de la hipocresía y ahora sabemos quién estaba de cada lado. No vamos sólo por los que cometieron los crímenes, sino también por los que ayudaron, los que callaron y hasta por aquellos que no hicieron nada, porque no sabían lo que sucedía.
Vamos por todo, por todos.
No habrá piedad con ellos como no hubo con los nuestros. Los perseguiremos hasta sus casas, sus refugios, y los sacaremos a la fuerza. Los expondremos antes de la condena.
Ha terminado el tiempo de los carteros esbirros del capital, que derramó la sangre de nuestros hermanos. Ya comenzamos también a juzgarlos. Si alguna vez estuvimos errados, fue su culpa, no la nuestra: nos informaron mal.
El nuevo tiempo empezó, y es nuestro. Es el tiempo de los buenos y grandes hombres. Será tiempo de guerra, también, si fuese necesario.
De a poco, Néstor que ya no está, pero que dejó a 6,7,8 y otros, develaron quienes son el enemigo del pueblo.
Como a ellos no les importó, ahora a nosotros tampoco nos importarán las pruebas y los documentos. La sospecha es suficiente para que se imponga la Nueva Verdad que construimos, la que traerá el amanecer, la luz que hará caer las máscaras y permitirá, por fin, saber quién está de cada lado.

Anselmo Chocobar

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